domingo, 25 de marzo de 2012

HELLOWEEN - Gambling with the Devil (2007)








El último gran disco de los alemanes data del año 2007. Aquí os dejo mi crítica.


Tras el grato sabor que nos dejó su anterior publicación Keeper of the seven keys, The Legacy,esperábamos ansiosos la publicación del nuevo disco de la banda germana.

Una voz conocida (y reconocida) como la de Bill Byfford de Saxon nos introduce lo que será el contenido musical con las palabras que dan título al álbum, “It´s gambling with the devil” que se solapan con el primer tema, “Kill It”, un cañonazo al más puro estilo “Push” que destaca principalmente por un bridge sensacional, no todo lo bien rematado en el estribillo como prometía su inicio, abriendo el álbum de una manera estupenda. “The Saints” es un tema de tempo más relajado, con un Deris que en los tonos medios lo borda, y un estribillo hímnico que puede recordar a “Born on judgement day” o a los primeros discos de Freedom call. Sin descanso llegamos al primer single del disco, “As long as I fall”, el mejor adelanto que han sacado desde el Better Than Raw, de comienzo similar a “If i could fly “(esas teclas…) acompañado de un estribillo espectacular, un tema 100% Deris que representa a la perfección lo que son Helloween a día de hoy. “Paint a new World” recupera la rabia y dureza de la apertura, sin ofrecer apenas nada más.

Lo que sí ofrece, y además en gran cantidad, es un estribillo(otro más) genial, el siguiente tema, “Final Fortune”. Un tema alegre, que representa de manera inmejorable el lado feliz que tanto ha caracterizado al grupo durante su carrera, viniendo firmado por uno de sus fundadores, el bajista Markus. Sin duda una de las dos joyas del álbum.

“The Bells Of The 7 Hells“ es otro tema directo, fuerte, que parafrasea el “God help me“ que alentaba Hetfield en la archiconocida “One“, que sirve de antesala al tema más lento del disco, “Fallen To Pieces“,de inicio baladístico un tanto soso que a mitad canción toma un aire épico, serio, intimista, como contraste a la evolución llevada hasta el momento. Solapada a la anterior llega “I.M.E”, una canción que bien podría haber entrado en el criticado (en mi opinión injustamente) “The Dark Ride”, por su densidad y distorsión.

 “Can Do It” es el típico tema Weikath de los últimos discos que tanto decepciona. Un tema sin mucha chispa, de melodía manida, que si bien sí mejora temas similares de anteriores discos (“Do you feel good” o “Mr.God”), al lado de tanto tema bueno desentona un poco.

 Cuando ya parecía que lo mejor había pasado, nos topamos con la mejor canción del disco, y una de las mejores que han facturado las calabazas en sus últimos tiempos, “Dreambound“. Inicio rápido, con la base rítmica llevando el peso de la composición en todo momento, desembocando en un estribillo como hacía tiempo no se había oído. Imposible no parar de tararearlo una vez escuchado. Y como remate final, otro gran tema, “Heaven tells no lies“, tema épico, de casi 7 minutos, donde más y mejor lucen las guitarras(reminiscencias ochenteras incluídas), acompañadas de otro estribillo colosal.

Tras el irregular "7 Sinners", deberían recuperar la senda de este gran disco.

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