El último gran disco de los alemanes data del año 2007. Aquí os dejo mi crítica.
Tras el grato sabor que nos dejó su anterior publicación Keeper
of the seven keys, The Legacy,esperábamos ansiosos la publicación del nuevo
disco de la banda germana.
Una voz conocida (y reconocida) como la de Bill Byfford de
Saxon nos introduce lo que será el contenido musical con las palabras que dan
título al álbum, “It´s gambling with the devil” que se solapan con el primer
tema, “Kill It”, un cañonazo al más puro estilo “Push” que destaca
principalmente por un bridge
sensacional, no todo lo bien rematado en el estribillo como prometía su inicio,
abriendo el álbum de una manera estupenda. “The Saints” es un tema de tempo más
relajado, con un Deris que en los tonos medios lo borda, y un estribillo
hímnico que puede recordar a “Born on judgement day” o a los primeros discos de
Freedom call. Sin descanso llegamos al primer single del disco, “As long as I
fall”, el mejor adelanto que han sacado desde el Better Than Raw, de comienzo
similar a “If i could fly “(esas teclas…) acompañado de un estribillo
espectacular, un tema 100% Deris que representa a la perfección lo que son
Helloween a día de hoy. “Paint a new World” recupera la rabia y dureza de la
apertura, sin ofrecer apenas nada más.
Lo que sí ofrece, y además en gran cantidad, es un
estribillo(otro más) genial, el siguiente tema, “Final Fortune”. Un tema
alegre, que representa de manera inmejorable el lado feliz que tanto ha
caracterizado al grupo durante su carrera, viniendo firmado por uno de sus fundadores,
el bajista Markus. Sin duda una de las dos joyas del álbum.
“The Bells Of The 7 Hells“ es otro tema directo, fuerte, que
parafrasea el “God help me“ que alentaba Hetfield en la archiconocida “One“, que
sirve de antesala al tema más lento del disco, “Fallen To Pieces“,de inicio
baladístico un tanto soso que a mitad canción toma un aire épico, serio,
intimista, como contraste a la evolución llevada hasta el momento. Solapada a
la anterior llega “I.M.E”, una canción que bien podría haber entrado en el
criticado (en mi opinión injustamente) “The Dark Ride”, por su densidad y
distorsión.
“Can Do It” es el
típico tema Weikath de los últimos discos que tanto decepciona. Un tema sin
mucha chispa, de melodía manida, que si bien sí mejora temas similares de
anteriores discos (“Do you feel good” o “Mr.God”), al lado de tanto tema bueno
desentona un poco.
Cuando ya parecía que
lo mejor había pasado, nos topamos con la mejor canción del disco, y una de las
mejores que han facturado las calabazas en sus últimos tiempos, “Dreambound“.
Inicio rápido, con la base rítmica llevando el peso de la composición en todo
momento, desembocando en un estribillo como hacía tiempo no se había oído. Imposible
no parar de tararearlo una vez escuchado. Y como remate final, otro gran tema, “Heaven
tells no lies“, tema épico, de casi 7 minutos, donde más y mejor lucen las
guitarras(reminiscencias ochenteras incluídas), acompañadas de otro estribillo
colosal.
Tras el irregular "7 Sinners", deberían recuperar la senda de este gran disco.
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